Mi historia con Roacutan. Buscando cómo curar el acné.

Empiezo este blog hablando de uno de los hechos que tuve que enfrentar hace un par de años: tomar Roacutan para curar el acné. Todo comenzó cuando era un adolescente como cualquier otro, cuando todo era sólo ir a la escuela, divertirse con los amigos, jugar al fútbol y al básquet. De un día para el otro me salió un grano y al tiempo empezaron a salir, muy de a poco, hasta que empezaron a juntarse, ya no era sólo uno por semana, luego empezaron a ser dos por semana.

Recuerdo que un día tuve que ir al médico porque estaba enfermo y aproveché para preguntarle sobre el acné. El doctor fue claro y me dijo seriamente “no te toques”. Lástima que cuando uno es adolescente no escucha a casi nadie y hace lo que quiere. Por supuesto que si tenía un grano lo iba a apretar. El hecho de lastimarse hace que se corra la infección y que en poco tiempo todo avance.

Corrieron los meses y comencé a aplicarme alguna que otra loción. Pero era como si nada. Tenía muy pocas espinillas en ese entonces, estoy hablando de los 13 a 14 años aproximadamente. Pero el problema comenzó a profundizarse mucho alrededor de los 15 años. Mi acné se volvió levemente moderado y entonces comencé a visitar un dermatólogo. Me dio unas pastillas, unos antibióticos, que sirvieron a medias. Esas pastillas son lo peor, no sirven para nada y corres riesgos de sus efectos secundarios.

El tiempo pasó y todo era en vano. Ya para los 16 tenía un acné moderado. Tenía la moral por el piso. Visité a otro dermatólogo y otro, pero ninguno me solucionaba el tema. El acné era mi pesadilla. Todos los días me levantaba y me miraba a ver si estaba mejor, si tenía al menos un maldito grano menos.

Y llegó un día en que un dermatólogo me dijo que él tenía la solución para curar el acné. Me sorprendió mucho cuando me lo dijo, estaba ansioso por saber. La solución era tomar un medicamento, unas pastillas llamadas Roacutan o Roaccutane, que es un tratamiento con isotretinoína, muy fuerte y con muchos efectos secundarios. Recomiendo leer el link anterior para mayor información sobre el medicamento.

El mismo dermatólogo me recetó las pastillas mágicas y al día siguiente fui a comprarlas. Era un medicamento caro, pero teóricamente valía la pena así que las compré sin dudar. Tengo por costumbre leer los manuales de los electrodomésticos y también lo hago con algunos prospectos, por lo que leí el de Roacutan, un poco. En una parte vi que hablaba de los efectos secundarios, y me causó algo de miedo, así que busqué en internet. Lamentablemente entré a unas dos páginas incorrectas donde decían que era lo mejor. Lástima que en ninguno de los dos casos habían terminado el tratamiento. Como quiera que sea, decidí tomar las pastillas y seguir el tratamiento hasta terminar los ocho meses, como había indicado el dermatólogo.

Fueron ocho meses de sufrir efectos secundarios como el secado de labios, de pelo y hasta de ojos. Pero lo que yo no sabía es que Roaccutane tenía otros efectos posibles mucho más graves que unos labios secos.

Cuando terminé el tratamiento pensé que había logrado curar el acné, pero no, volvió y esto me decepcionó mucho. Por suerte con el tiempo se fue yendo.

Sé que no soy el único que tomó Roacutan, sé que muchos lo han tomado y ahora hay miles de personas que lo empezarán a tomar, es por eso que aconsejo revisar un poco más sobre este medicamento en esta página, que no es oficial pero que brinda justamente la información que necesitas saber. Este medicamento es muy peligroso y no siempre te cura el acné.